miércoles, 2 de septiembre de 2009

Cusco - Perú

Del 24 de agosto al 1 de septiembre.


Día 24. Llegamos a Cusco.

Volamos a Cuzco pasando por Lima. Al llegar por la tarde a la ciudad de Cusco organizamos las cosas para los días siguientes: cambio de moneda, compra de los boletos turísticos para entrar en los museos y sitios arquelógicos, compra de comida en el súper para el desayuno y la comida del día siguiente, localización del hostal y de la agencia que habíamos contratado para nuestras excursiones. Después de estas pequeñas obligaciones fuimos a pasear un poquito por el centro de Cusco, por su elegante plaza de armas, repleta de gente, turistas, masajistas, vendedores de tours, restaurantes, tiendas, casas de cambio de moneda... mucha vida!


Día 25. Visita al Valle Sagrado de los Inkas.



Esa es la Plaza de Armas vista desde nuestro hostal.

Marc tomando el sol en la terracita del Hostal Resbalosa, en la calle Resbalosa.

Mate de coca, muy bueno para la altura.

Una niñita que gana dinero posando en las fotos con su vestido típico.


Marc en Pisaq.

Vista de las terrazas agrícolas, las ruinas inkas de Pisaq y el páramo.


La primera visita del Valle Sagrado es el conjunto arqueológico de Pisaq. Comimos en Urubamba y después visitamos el pueblo de Ollantaytambo.

Visita a las terrazas agrícolas de Ollantaytambo, increíble pero cierto, había más gente que en un centro comercial.Después visitamos el pueblo de Chinchero, un bonito pueblo con un mercado artesanal donde las mujeres visten con sus trajes típicos.

En Chinchero hay una iglesia muy curiosa en la que se puede observar una gran variedad de estilos, una mezcla de la religión cristiana impuesta a los indígenas durante la conquista y las propias creencias indígenas, realmente curioso.


Día 26. Visita a las ruinas cercanas de Cusco.

Por la mañana dimos un paseito por la cuidad y desayunamos en una rica cafetería de la cuesta de San Blas y compramos unos bocadillos para la excursión.

Al medio día comenzamos nuestra ruta, primero visitamos el templo de Qorikancha, el templo principal del Rey Sol sobre el que construyeron el convento de Santo Domingo. El antiguo templo inka estaba recubierto de oro pero los curas lo arrancaron y los substituyeron por pinturas. Dicen que el patio del templo estaba lleno de esculturas de animales y personas a tamaño real en oro, casi todo el oro fue a parar al Vaticano y una menor cantidad a la Reina Isabel.

Después visitamos Saqsaywaman, unas ruinas de impresionantes e inmensas rocas que forman lo que se consideró un centro religioso, donde había estado ubicado el templo más importante del "Hanan Qosqo" o Cusco de arriba, dedicado a la cosmología andina, la veneración del Inti (sol), Quilla (luna), Chaska (estrella), Illapa (rayo) y demás divinidades o deidades menores. "Qosqo" significa en quechua "ombligo", porque los Inkas consideraban a Cusco el ombligo del mundo.

Este lugar me gustó mucho por lo enormes que eran esas piedras, además las piedras más grandes no habían sido movidas del lugar sino utilizadas insitu para la construcción de esos gigantes muros en forma de zig zag.

Yo en Saqsaywaman.

Y para terminar el día visitamos el santuario religioso de Q'enqo, el spa del Inka (Rey de los Inkas) en Tambomachay y la fortaleza de Puka Pukara (fortaleza roja).

Llegamos a Cusco por la tarde y después de cenar nos fuimos al hostal a preparar las mochilas para la aventura que comenzaría al día siguiente, la ruta del Salkantay que nos llevaría en cinco días a la ciudad del Machupicchu.

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