martes, 21 de abril de 2009

TENA y MISAHUALLÍ

HOLA A TOTHOM!
Esta entrada del blog es mía y solo mía. Para nuestros fieles lectores aquí tenéis una nueva aventura de la intréeeepida, la aventureraaaa, la "Sisa" (mi nombre en chitchua) de las améeeeericas!!!
Por cortesía de la guardería pasamos este fin de semana entre la ciudad del Tena (le da nombre el río Tena), capital de la provincia de Napo (le da nombre el río Napo) y Misahuallí, a 6 horas de Quito.

Nuestra primera parada: Visita a las cuevas de Jumandy

¿Quién dijo miedo? A unos cuantos metros bajo tierra, entre murciélagos, sin más luz que unas linternas y con un frío que pela... ahí estamos las protagonistas de esta aventura.

Entre estalactitas y estalagmitas tuvimos que pasar. Pero eso no es todo, habían tramos en los que teníamos que andar de lado e incluso nadar y gatear, una vez más IMPRESIONANTE!

Y para completar la aventura que tal si nos damos un baño de lodo en un agujero del centro de la tierra.

 Fíjense bien en esta foto. ¡¡¡¡Parecemos cavernícolas!!!!

Bueno, después del baño en la cascada y de conseguir limpiarnos todo ese lodo quedamos bien relajadas, pasamos la noche en el Tena para partir al día siguiente a Misahuallí.

Esperen chicas que falto yooooo!

En Misahuallí visitamos un centro de recuperación de animales llamado Amazoonico. Loros, papagallos, monos, tigrillos, roedores varios, jabalíes, caimanes, tortugas, tapires, tucanes... Algunos de ellos vuelven a ser liberados a la selva después de su recuperación, otros no podrán volver nunca porque fueron mascotas, a algunos papagayos o loros les cortaron las alas.

Este tucán era bien curioso... mirad como mira!


Esto es un tigrillo, precioso verdad?

Voy a probar esto a ver a que sabe. Seguro que está más bueno que las hormigas de limón que se comió Marc, aaagggh!


Fuimos a visitar una asociación de mujeres que nos dieron de comer un plato típico "Maito de tilapia", la tilapia es un pescado y se cuece junto con la yuca en una hoja que le llaman "hoja dulce" y con un poquito de sal, limón y ají... ummmm está buenísimo! Os habéis fijado en el plato? Auténtico, no?

Para acompañar el Maito una bebida caliente parecida al te que se llama "Guayusa". 

Después nos enseñaron los trajes típicos de las solteras y las casadas, bailaron para nosotras y después bailamos todas juntas!
Y también nos explicaron como se hace la "Chicha de yuca", una bebida que puede ser alcohólica o no dependiendo de los días de fermentación. Antiguamente masticaban la chicha y la escupían, la saliva ayudaba en la fermentación, ahora por higiene muelen la yuca y la mezclan con la ralladura de un tubérculo llamado "Camote" que ayuda a la fermentación. Todo esto lo tapan en una hoja dulce y lo entierran durante 3 días para tomar con las comidas y 6 o 9 días para obtener la bebida alcohólica.

Esto es cacao. Estoy de anuncio!


Después del paseo y ya muy cansadas volvemos a Misahuallí, a tomar una cervecita bien fía en el malecón y también un heladito que son naturales, de frutas y están de ricos!!! Para después ir a descasar que mañana nos toca otro largo viaje de vuelta a casa.


Monos (ladrones) sueltos en Misahuallí.

¿Que tal os ha parecido este viaje, lindo verdad? Y todo gracias a Lucre que se está portando genial conmigo. Y gracias a las chicas nos reímos muchísimo todo el fin de semana. 
Ups! y ahora que lo pienso... ¿Y Marc?  

domingo, 19 de abril de 2009

WELCOME TO THE CUYABENO JUNGLE


Marc
Llegó Semana Santa y como la religión ni fu ni fa, decidimos darnos el lujo de hacer un viajecito, porque no solo hemos venido a Ecuador a trabajar. 
Nos hablaron de Cuyabeno una reserva natural en la Amazonía Ecuatoriana donde podríamos ver los famosos delfines rosados de agua dulce. Mirarlos en google porque son muy, muy feos.
Cogimos un avión hasta Lago Agrio, un lugar de explotación del petróleo. Después de 20 minutos de viaje llegamos a un aeropuerto sacado de una peli de narcotraficantes en medio de la selva. Allí nos esperaba un bus que nos llevaría hasta la entrada del parque de Cuyabeno. Dos horas y media de bus. Clavada en la entrada del parque, los ecuatorianos pagan 5 dólares los extranjeros 20.

Comimos y cogimos una canoa con motor que nos llevaría a las cabañas de Samona donde nos hospedamos. Dos horas más de viaje esta vez por el río Cuyabeno. El paisaje era increíble me sentí como en "Rambo 2". 

Pudimos ver en nuestro trayecto monos ardillas, mirar bien la foto quien lo vea antes gana "un gallifante".
Llegamos a las cabañas. Donde nos teníamos que integrar nosotros con la naturaleza. No había luz, las habitaciones estaban casi al aire libre y las camas las cubríamos con una mosquitera. 



















Imagen de nuestra habitación. Insecticida a muerte.
En el campamento.


Este era el tipo de bichitos en nuestro campamento... una tarántula, por eso la mosquitera.

Por la tarde fuimos a ver la puesta de sol en la laguna grande. Una laguna increíble de color negro. Pudimos ver las cabecitas de los delfines rosados, aunque fue casi imposible hacerles fotos, pero fue muy emocionante. 

Eso, que no se ve, era un delfín.

Por la noche nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores del campamento. Linterna en mano nos fuimos a ver la cantidad de arañas, hormigas, ranas, bichos palo... que no duermen. El sonido de la selva es increíble.


Araña escorpión y bicho palo.

Rosa: 
Y antes de dormir... más insecticida, más insecticida!
Al día siguiente amaneció nublado y lluvioso, por eso le llaman "bosque lluvioso", porque llueve casi cada día en época de lluvia. Este día fuimos a dar un paseito por la selva, 2 horas y media caminado entre lodo y tierra firme. 

  Mirad esto que curioso, es un grillo aún sin formar, le faltan sus alas y es ciego, en plena metamorfosis, pasan mucho tiempo bajo tierra, incluso años, antes de salir por esos tubos de arcilla.

Y esta es una rana venenosa, los indígenas utilizan su veneno para cazar. Es más pequeña que la uña del meñique. Lo increíble realmente era ver como nuestro guía encontraba toda esta serie de animalitos, parecía tener un radar.

Y eso es un oso hormiguero subido a un árbol.

Ya por la tarde y después de haber comido y descansado un poco, nos fuimos a pescar pirañas, fue muy divertido, las pescábamos con carne y luego volvíamos a liberarlas porque están protegidas y nos se pueden comer. 

Admiren mi pesca! Conseguí pescar dos y Marc ninguna jeje... dicen que pueden oler a las mujeres, eso me preocupó más tarde cuando nos dimos un bañito! Pero tenían razón, no muerden, son peores fuera del agua.

Y con la puesta de sol...


... nos fuimos a ver caimanes. ¿Veis los ojos rojos? Por la noche salen a cazar.

Después de un día ajetreado y bien cansados volvemos al campamento, cenita y a dormir. Y al día siguiente por la mañana... corran, corran... hay una boa en el campamento!
Y aquí la pobre boa, con tan solo un meto de largo y un ojo tuerto había quedado atrapada en el muelle del campamento, parece que uno de los tablones le había chafado la cabecita. Uno de los guías la cogió, era bien chiquita, y la devolvió al agua.
Después del desayuno nos fuimos de nuevo a caminar, otras dos o tres horas, hasta llegar a una comunidad indígena. 

Por el camino vimos más monos, estos no se como se llaman. Nos estaban observando!

También hay aves muy exóticas. Unas cuando se ven en peligro se lanzan al agua y mueven su cuello alargado simulando una serpiente y después bucean para huir. Esta que veis en la foto pone sus huevos en árboles que están sobre el agua, cuando los polluelos nacen y se ven en peligro se lanzan al agua y nadan para esconderse entre la maleza. Cuando ha pasado el peligro vuelven al árbol y suben por el tronco con una especie de uña que le sale en las alas y con el pico, trepan hasta su nido de nuevo, ¿Que increíble no? 

Conseguimos no caernos en el lodo, una chica de nuestro grupo no corrió la misma suerte. Seremos decorosos y no publicaremos el accidente jejeje mejor nuestros éxitos.

Este árbol gigantesco se llama Samona, de ahí el nombre del campamento. La energía que te transite la selva y el estar debajo de semejante árbol te renueva por dentro.


Visitamos al chamán de la comunidad Siona, una de las pocas comunidades indígenas de la reserva de Cuyabeno. Él nos explicó como llegó a ser chamán y la de brebajes alucinógenos que han de soportar, con los que pueden ver las enfermedades y predecir el futuro. La "ayaguasca" es una liana de la que se extrae un fuertísimo alucinógeno. Conoce más de 500 plantas medicinales y nos contó que en una semana consiguió poner en pie a un paralítico y que volviera a andar. Los enfermos no pagan con dinero si no con comida o trabajos para el chamán. El traje que lleva solo se lo pone para mostrar a los turistas como era antiguamente, aunque dice que no se utilizaban telas si no una corteza de árbol especial. El porqué del traje es por un poder que se les aparece a los chamanes en una de sus visiones, "el rey no se qué", lo siento pero los nombre en quichua u otras lenguas indígenas son difíciles de recordar. 

Y que tal si el chamán te renueva la energía aun más.

Y después una señora de la comunidad Siona nos enseña como hacen unas tortas de yuca. Primero hay que sacar la yuca de la tierra. 
Venga Marc, tira, tira! Ups se rompió...


Así se cocina la torta de yuca, después de rayarla y exprimirla, y se come con mermelada o ají (esa salsita picante deliciosa), este ají lo cocinaron con el agua de yuca que se obtenía de haber exprimido la yuca rayada.


Y ya estamos poniendo fin a nuestro viaje así que no estaría nada mal un baño en la laguna grande. Y pensar que aquí hay pirañas, caimanes, anacondas, delfines y peces varios... mejor a la de tres todos al agua!!!

Muchas gracias por seguir con nosotros. Gracias al esfuerzo y trabajo diario vamos conociendo mucho más de este maravilloso país y vosotros estáis ahí para compartir nuestras aventuras. ¡Un fuerte abrazo!